miércoles, 19 de junio de 2013

A mi esposo le excitan mis pies con las uñas pintadas. Lo convencí de pintarle las uñas a él y esto me excitó. Aunque me asustó, hemos continuado con este juego. ¿Estamos explorando un lado gay?


Claudia, San Isidro.


Su marido pareciera haberse atrevido a soltar su “lado” femenino y usted experimentado un deseo propio de los varones.  Ignoramos cuánto se han expandido ustedes en este “travestismo”, pero más que expresar homosexualidades latentes, éste revelaría un goce con el juego fetichista: la fijación de alguna parte del cuerpo como objeto de deseo; en este caso, sus pies acicalados con pinceladas de color.  Mientras allí converjan el deseo y satisfacción de ambos, no vemos razón para asustarse.  No olviden concluir sus escenas lúdicas con una buena dosis de acetona; sería bochornoso para su marido verse descubierto por otros ojos con las uñas de los pies inexplicablemente pintadas.




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