José Carlos, Lince
Por increíble que parezca, la
respuesta es positiva y la historia de su dama posiblemente cierta, siempre y
cuando aquella “masturbación mutua” hay implicado el contacto del pene con el
aparato genital externo de su tía y el caballero haya eyaculado allí. Este fenómeno, estadísticamente inhabitual,
se denomina “concepción por impregnación” y sólo ocurre cuando la mujer se
encuentra en el período fértil. Aunque
no haya penetración, un óvulo de una
mujer virgen puede ser fecundado, pues los espermatozoides son capaces de
traspasar el himen, que no es barrera para estas ágiles células
masculinas. Cuidado con jugar sin
protección. La virginidad tampoco es
óbice para que estas imperceptibles incursiones resulten en el contagio de
alguna peligrosa ETS.
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