Andrés, Surco
Lamentablemente nuestra respuesta no
puede ser rotundamente negativa, pero le sugerimos no confundir las cosas a la
ligera. Es posible que su esposa eche
mano de tal armería para explorar su propia sexualidad y que esto, en lugar de
ir en detrimento de los encuentros eróticos que –suponemos- también mantiene
con usted, cumpla el rol de enriquecerlos.
El accionar furtivo de la dama podría deberse tanto a la intuitiva
anticipación de la reacción de su caballero como al legítimo deseo de
entregarse a solas a sus intimas aficiones lúdicas. Ahora bien, si existieran razones fehacientes
para sentirse reemplazado por los susodichos artefactos, su pregunta se vería
justificada.
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