Hay quienes gimen, quienes gritan,
quienes susurran, quienes convulsionan, quienes lloran, quienes ríen al llegar
al orgasmo. Éstas son, al parecer,
maneras naturales de terminar de liberar la gran tensión acumulada durante la
excitación. Un ataque de risa es un acceso
repentino e incontrolable, expresión de un sentimiento extremo relacionado con
el placer, la felicidad, el bienestar.
Posiblemente a su novia no le hace gracia porque lo interpreta como un
ingrediente de comicidad que, a sus oídos, rebaja la sublimidad del éxtasis
sexual. ¿O creerá que se está riendo
usted de ella? No estaría de más una
revisión autocrítica del carácter de su risa; porque hay risas y risas.
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