El llanto después del orgasmo suele
explicarse por el hecho de que durante el coito se acumula una excitación tan
intensa que requiere terminar de descargarse mediante el llanto después del
clímax. Estas lágrimas, expresión de
satisfacción, suelen confundir a la pareja de quien las derrama, pues las
asocia a la pena o al dolor. Su dama
parece más bien tener enraizada la peregrina idea de que el llanto es signo de
femineidad y de dudosa virilidad. Nada
más falso. Intente desmontar tan absurda
creencia y es posible que su novia goce intensamente al son de sus
sollozos. Usted debería poder llorar a
lágrima batiente después del orgasmo sin que su masculinidad se vea
cuestionada.
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