Su dama pareciera sufrir de falafobia
(aversión al pene), condiciones que, como es obvio, puede afectar seriamente el
contacto sexual. Si el pánico de su
enamorada solo cierne al avistamiento del miembro viril, podría ella hacer la
“vista gorda” o cerrar los ojos durante vuestros intercambios carnales, o estos
transcurrir en la oscuridad. Sopese las
concesiones que dichos matices suponen.
El asunto se complicaría si el contacto con el miembro viril también
desatara el pavor de acompañante, pues entonces el advenimiento de sus propios
éxtasis se vería prácticamente limitado
al onanismo en ciega compañía. En
cualquier caso, su dama pareciera requerir ayuda especializada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario