viernes, 24 de enero de 2014

Mi enamorado me ha propuesto hacer el amor en el mar. La iniciativa me parece romántica pero no sé si será posible. ¿Qué precauciones debemos tomar?



Con la llegada del verano, la idea que motiva su consulta adquiere inusitada popularidad.  Una cosa, sin embargo, es lo atractiva que luce desde el punto de vista teórico y otra, la realidad de su trabajosa ejecución en algún lugar de las 200 millas.  Para empezar, le recomendamos acometer la empresa a una profundidad donde al menos uno de los dos tenga piso: como Arquímedes sabía, con un punto de apoyo se puede mover el mundo, pero sin él, la agitación del propio cuerpo no dura mucho.  Por otro lado, si su recurso anticonceptivo es el preservativo, le aconsejamos que su enamorado se lo coloque en tierra firme, pues hacerlo bajo el agua y mientras se patalea para mantenerse a flote es un reto digno de algún programa de concursos.  Lo difícil, claro, será mantener el ímpetu viril hasta llegar a las coordenadas marinas elegidas para el encuentro, pues el proverbial frío de nuestras aguas territoriales conspira permanentemente contra ese empeño.


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