Existe una parafilia o “desviación” sexual llamada
actirastia y su caballero pareciera encajar con su definición: “comportamiento
sexual en el que la excitación erótica y el logro del orgasmo dependen de
sentir los rayos del sol”. Su pareja
sería un parifílico, aunque su tendencia sea de las consideradas inofensivas;
siempre y cuando, claro, usen bloqueadores contra la radiación solar. No tapemos el Sol con un dedo: dadas la
grisura y la duración del invierno limeño, sus encuentros eróticos estarían
limitados estacionalmente y supeditados a constantes movilizaciones hacia
climas soleados. Y usted debería
preguntarse cuánto disfruta del sexo bajo los ardores del Astro Rey.
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