Imposible responderle a ciencia cierta, aunque la
infidelidad es un asunto ampliamente investigado por psicólogos, sexólogos y
científicos de diversas áreas. Algunos
de ellos han llegado a postular que la incontenible tendencia a “echarse unas
canas al aire” obedecería a factores relacionados con la genética que
condicionarían la mayor presencia de dopamina, hormona a la que se atribuye un
importante papel en la motivación, el placer y el deseo. Sin embargo, dada la controversia que
subsiste en torno a este espinoso tema, no podemos darle la respuesta
afirmativa que explicaría la infructuosidad de sus esfuerzos monogámicos y lo
liberaría para siempre de ellos.
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