jueves, 3 de julio de 2014

Mi novio quiere convencerme de amarrarme para tener relaciones. Dice que es un “arte” muy antiguo. La idea me acelera el corazón, pero no sé si es por excitación o miedo. ¿Seré anormal?



Los japoneses crearon muy sofisticadas técnicas de amarre y llamaron shibari a este arte destinado a inmovilizar a sus prisioneros.  Desde el siglo XIX, se hizo conocido como práctica erótica, bastante habitual y con muchas variaciones.  Arte o no, nuevo o antiguo, este proceder comporta considerables peligros.  Al quedar la persona atada a merced del atador, serían condiciones indispensables –aunque quizá utópicas  y nunca garantes del todo- la confianza, el respeto de límites y precauciones prácticas.  Si lo suyo es miedo o excitación, imposible saberlo; en estas lides, la frontera entre ambos sentimientos suele presentarse borrosa.  Desaconsejamos absolutamente adentrarse en estos terrenos con acompañantes poco conocidos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario