viernes, 21 de noviembre de 2014

Un amigo me ha contado que su miembro quedó atrapado en la vagina de su amante durante el coito. Me ha aterrado. ¿Es verdad?




Es posible que un caballero y una dama queden “misteriosamente” enlazados por medio de sus respectivos genitales.  Este infrecuente accidente, históricamente documentado e incluso asociado a la brujería, se denomina Penis Captivus (pene atrapado).  Durante el orgasmo, los músculos de la base pélvica de la fémina se contraen rítmicamente y, mientras tanto, el miembro viril se atasca y se hincha aún más.  Tranquilícese: los músculos se relajan, la sangre vuelve a fluir, se pierde la erección y el caballero puede emprender la retirada.  El atrapamiento no dura más de cinco o seis segundos, que a su amigo pueden haberle parecido una eternidad.


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