La “resaca caliente” es un fenómeno
muy común y paradójico. Si la excitación
está relacionada con los niveles de testosterona y el alcohol disminuye la
presencia de esta hormona, ¿cómo es posible sentirse tan excitado después de
una noche de copas? La ciencia intenta
explicarlo: cuando la testosterona baja, los receptores cerebrales y de la
glándula pituitaria reciben el mensaje de que el organismo debe secretar más
hormonas inductoras de testosterona, y así lo hace. Despreocúpese. Sus ímpetus podrán ser satisfechos llevando
su resaca a cuestas en la medida, claro, en que el dolor de cabeza, la
deshidratación y las náuseas se lo permitan.
Eso sí, recuerde que beber en exceso no es saludable.
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