Le ha sucedido lo confesado por el
eminente sexólogo Havelock Ellis, pionero en describir la “urofilia”:
excitación exclusiva con la intervención de la orina durante el sexo. Esta práctica suele llamarse “lluvia dorada”,
aludiendo al momento en que el dios griego Zeus micciona un aguacero de oro
para seducir a Dánae y la deja embarazada.
Sepa que son posibles la trasmisión de enfermedades o infecciones
bacterianas de la uretra, y la reacción
alérgica a los componentes químicos de la orina. Si su preferencia es extrema e incluye la
bebida de dicho líquido (urofagia), contemple que si se ingiere en grandes
cantidades son peligrosas sus concentraciones de sal y contenidos
minerales. Mejor vaya con cuidado.
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