Las infecciones urinarias, muy comunes entre las
féminas, son de diversos tipos y tienen distintas causas. Las relaciones sexuales pueden ser una de
ellas. Según especialistas, la uretra
femenina es propensa al establecimiento de bacterias por su cercanía al ano y
porque el acto sexual propicia el ingreso de bacterias en la vejiga, asociado con
las consabidas cistitis. Recomiendan que
la dama miccione después del coito para eliminar las bacterias introducidas
durante el mismo y desaconsejan el uso de espermicidas que modifiquen la flora
bacteriana. Al margen de que los
trajines en el Campo de Venus sean o no la causa de sus molestias, su novio
hace mal en autoinculparse por efectos cuyos orígenes muy posiblemente escapan
de sus manos y demás miembros, y que un médico debería identificar y tratar.
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