Sus amigos seguramente han sacado
de la Internet tan descabellada idea.
Entre las “técnicas” allí recomendadas, figura la “Doña Florinda”,
alusiva al legendario personaje del para muchos entrañable Chavo del 8, con sus
infaltables cilindros para rizar el cabello.
No se le ocurra recurrir a un rulero, ni siquiera tomando al pie de la
letra las precauciones indicadas en la Web.
Terminaría usted en una sala de emergencias intentando deshacerse del
indeseable adminículo, con el dolor, las lesiones y la vergüenza que la
situación conlleva. Dichas
recomendaciones, que abundan en la red, deben siempre tomarse con pinzas. Además de entrañar serios y diversos
peligros, suponen, erróneamente que usted requiere ser provisto de una
“técnica”, como si careciera de la habilidad natural para ejecutar sus más
íntimos procedimientos.
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