La Internet crea un clima de
permisividad que promueve ese tipo de comportamiento sexual, apoyado en la
libertad del anonimato. Resulta ideal
para quienes, como usted, tienen dificultades en realizar el encuentro cuerpo a
cuerpo y, para evitarlo, se amparan en la pantalla. Se estima que nos 14 millones de personas son
ciberadictos sexuales, pero no hay consenso para diferenciar la afición de la
adicción. Se dice que el ciberadicto es
el que pasa más de 20 horas semanales practicando sexo online compulsivamente, descontrolándose cuando no puede
hacerlo. Si aún la llama posibilidad de
la sexualidad o virtual, intente salir al mundo; si no puede sola, busque ayuda
psicológica.
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