Hay mucho que hacer, aunque la
predictibilidad puede instalarse persistentemente en las relaciones de larga
data. Cuando se expresa en una “telepatía”
que permite anticiparse a las necesidades sexuales ajenas y dejar adivinar las
propias, es invalorable aliada en el Campo de Venus. Pero se torna en lo contrario cuando se
manifiesta en monotonía, dando lugar al repetitivo automatismo sexual, sordo y
mudo frente a los deseos genuinos y capaz de sepultarlos en el olvido. Usted se ha dejado arrastrar por el marasmo:
tome las riendas atreviéndose a pedir, con el cuerpo o con el verbo, lo que le
place y le falta; si ya no lo recuerda, encuentre cómo averiguarlo.
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